19/02/2025
El deporte es sinónimo de superación, de traspasar los límites para poder llevar el cuerpo un poco más allá. Y no hablamos de batir récords mundiales, sino de la batalla que cada individuo mantiene consigo mismo para mejorar y lograr aquello que se ha propuesto.
La propia ONU asegura que "el deporte tiene el
poder de cambiar el mundo e históricamente ha desempeñado un papel importante
en todas las sociedades", e incluso lo tilda como "un derecho fundamental y una
herramienta poderosa para fortalecer los lazos sociales y promover el
desarrollo sostenible, la paz, el bienestar, la solidaridad y el respeto".
Una herramienta al alcance de todos
Más allá de las historias de superación que se
exponen a continuación, el deporte es una herramienta que cualquiera puede
emplear para mejorar su vida. En la Carta internacional de la educación física,
la actividad física y el deporte de la UNESCO así lo detallan: "La educación
física, la actividad física y el deporte pueden mejorar la salud mental, el
bienestar y las capacidades psicológicas al fortalecer la seguridad corporal,
la autoestima y la confianza en uno mismo, disminuyendo el estrés, la ansiedad
y la depresión, al aumentar la función cognitiva, y al desarrollar una amplia
gama de competencias y cualidades, como la cooperación, la comunicación, el
liderazgo, la disciplina, el trabajo de equipo, que contribuyen al éxito
mientras se juega y se aprende y en otros aspectos de la vida".
Así las cosas, no es de extrañar que el lema
del olimpismo sea "Citius, Altius, Fortius", es decir, "más rápido, más alto,
más fuerte", porque de eso se trata, de superar cualquier frontera a base de
tesón y confianza. Si no fuera así, el mundo no habría visto a Usain Bolt volar
sobre una pista de atletismo o a Michael Phelps hacerlo en una piscina. Porque
campeones como ellos tuvieron que superar obstáculos que para otros hubieran
sido insalvables. Mientras el jamaicano padece escoliosis (desviación de la
columna vertebral) y sufre intensos dolores lumbares, el nadador estadounidense
hubo de enfrentarse, cuando solo era un niño, a un acusado trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Ambos salieron adelante y se
convirtieron en los mejores de la historia en sus respectivas disciplinas.
Accidentes superados
Los siguientes son solo tres ejemplos de cómo
un accidente no fue capaz de vencer al espíritu de superación del ser humano.
Todo parecía indicar el final de carreras que acababan de comenzar o que
estaban en su apogeo y, sin embargo, ninguno se rindió y lograron superar
límites que quizás nunca hubieran imaginado.
Bethany Hamilton
Una de las historias de superación más
conocidas en todo el mundo es la de Bethany Hamilton, una surfer hawaiana que
perdió su brazo izquierdo cuando solo tenía 13 años como consecuencia del
ataque de un tiburón. La joven perdió el 60% de su sangre y casi no sobrevivió
a la experiencia. Sin embargo, fue operada a tiempo y no dudó en volver al mar
a disfrutar de nuevo de su pasión.
Eso sí, surfear con un solo brazo no le
resultaría sencillo, ya que tuvo que aprender a nadar de nuevo sin una
extremidad. Una vez que lo consiguió, retomó su actividad en la tabla e incluso
fue capaz de ganar alguna competición (estuvo entre las 50 mejores del mundo).
El cine inmortalizó su historia en Soul Surfer, película basada en el libro que
ella misma escribió: Soul Surfer: A True Story of Faith, Family, and Fighting
to Get Back on the Board.
Dani Molina
El madrileño Dani Molina ha dedicado toda su
vida al deporte. De hecho, comenzó a nadar en el Club de Natación Metropol de
Las Palmas de Gran Canaria (España) con solo tres años. Siempre ligado a
prácticas deportivas, Dani Molina sufrió un accidente a los 22 años cuando
montaba en moto. Eso le llevó a perder su pierna derecha por debajo de la
rodilla. Catorce operaciones después y tras un año de recuperación, consiguió
caminar de nuevo. Y cuando parecía que era el momento de dejar la práctica
deportiva, decidió todo lo contrario, que era cuando más debía esforzarse.
Así que Dani Molina volvió a nadar e incluso retomó el esquí acuático y el windsurf. Tal fue su empeño que llegó a competir en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 y después ha llegado a ser campeón de triatlón.
Alex Zanardi
Otro ejemplo de superación después de sufrir
un brutal accidente es el del italiano Alex Zanardi, piloto de carreras que
llegó a participar en el mundial de Fórmula 1. Después de dejar esta
competición sufrió un golpe en la Champ Car por el que casi perdió la vida,
teniéndole que amputar sendas piernas.
Pues bien, eso no sirvió para que dejara de
subirse a automóviles para competir. Tanto es así que incluso volvió a probar
un Fórmula 1 adaptado. Y más recientemente se embarcó en la aventura de
realizar el Maratón de Nueva York en una bicicleta para minusválidos. Todo un
ejemplo de superación.
Frente a los prejuicios
El tesón y la fuerza de voluntad no siempre se
realiza poniendo a prueba al cuerpo, sino a toda la sociedad. Y esto en
ocasiones resulta incluso más complicado, puesto que los límites se encuentran
en el exterior.
Jesse Owens
Quizás el caso más popular de todos los
tiempos fue el triunfo del atleta Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de Berlín
en 1936, cuanto toda la maquinaria de propaganda nazi trataba de mostrar la
superioridad de la raza blanca (aria).
Bien es sabido que el estadounidense Jesse
Owens ganó cuatro medallas de oro y superó a todos sus rivales. Eso sí, este
triunfo no le libró de seguir luchando toda su vida contra el racismo que sufría
en su propio país, donde había leyes segregacionistas en pleno siglo XX.
Wojdan Shaherkani y Sarah Attar
Quizás no sean dos nombres que conozca la
mayoría de las personas, dado que no lograron ser campeonas mundiales. Sin
embargo, fueron las primeras deportistas que representaron a Arabia Saudí en
unos Juegos Olímpicos, superando de este modo las barreras que este país
mantiene con respecto a la libertad de las mujeres.Wojdan Shaherkani participó
en judo en los JJ.OO. de Londres 2012, mientras Sarah Attar lo hizo en la
prueba de 800 metros de atletismo. Ambas compitieron con el hijab por respeto a
la cultura islámica, aunque eso estuvo a punto de lastrar la participación de
Wojdan Shaherkani, ya que en judo no era posible llevar una prenda de esas características.
Al final pudo hacerlo y derribar, de ese modo, una barrera que parecía
impensable.
Como se puede observar, todos estos ejemplos
son solo una mínima muestra de los obstáculos a los que se enfrentan cada día
millones de personas en todo el mundo. Pero muchos de ellos, gracias a su
esfuerzo y a los valores del deporte, han podido superarlos.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
17/02/2025
Salud