10/02/2025
A lo largo de la vida todos pasamos o pasaremos por momentos en los que todo parece ir mal. Cuando en un corto lapso de tiempo se suma una decepción amorosa, la pérdida del empleo, un problema familiar u otros handicaps solemos hablar de una mala racha. Los deportistas de élite también pasan por estos momentos de bajón en los que los resultados no acompañan y las decepciones se acumulan una tras otra sin un final aparente y bajo una presión cada vez mayor.
Expresiones del
tipo 'es que no levantamos cabeza' o 'estamos en caída libre' son muy
utilizadas tanto en la vida como en el deporte cuando las cosas van mal. Los
expertos afirman que las principales herramientas para abordar una mala racha
en la vida o en un terreno de juego son las mismas.
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La humildad,
admitir que algo va mal, es el primer paso para superar malos momentos, tanto
en la vida como en el deporte, según los expertos Pool / Getty
El psicólogo Pep
Marí, que durante años entrenó psicológicamente a deportistas de alto nivel y
ahora forma psicológicamente a empresas, apela a tres valores fundamentales
para salir de una mala racha: humildad, análisis y perseverancia. "Sin la
aplicación de estos tres conceptos, no las vamos a superar", afirma Marí, autor
de varios libros como Equipos campeones o Aprender de los campeones (Plataforma
Editorial), entre otros títulos.
1. La humildad
Para Marí es
fundamental reconocer que uno está pasando una mala racha. "Aceptar el problema
conlleva la mitad de la solución", explica el psicólogo, que insta a admitir y
ser conscientes de que algo va mal lo más pronto posible.
"La humildad es
vital para admitir que estamos pasando por una mala racha y también para
reconocer que eso forma parte de la normalidad", agrega quien fuera jefe del
departamento de Psicología del Deporte del Centro de Alto Rendimiento Deportivo
de Sant Cugat. Como normal es también no estar siempre feliz, según coinciden
en señalar varios expertos.
Aceptar el problema supone la mitad de la
solución
Pep Marí
Psicólogo, conferenciante y Máster en
Psicología Deportiva
El experto explica
que todos pasamos por malos momentos y nadie estará siempre en la cumbre
laboral, deportiva o personal. La humildad necesaria para aceptar el problema
conlleva también saber aparcar las excusas y admitir que algo no se está
haciendo del todo bien.
Y he aquí, el
primer ataque a la autoestima. "Reconocer que tienes alguna limitación, que
estás haciendo algo mal es una mancha a la autoestima, y muchos prefieren poner
mil y una excusas para negar la realidad y así no herir su autoestima", explica
Marí, que destaca también por su faceta de conferenciante.
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Aparcar las excusas
y admitir que algo no se está haciendo del todo bien es un primer paso para
salir de un mal momento Marjan_Apostolovic / Getty Images/iStockphoto
"Si nos escudamos
en que cualquier equipo perdería ese partido porqué son muy buenos o porque ya
perdimos el año pasado..; si, echamos la culpa de nuestra 'mala suerte' a terceras
personas y negamos el problema, difícilmente saldremos de él", agrega.
2. El análisis
Una vez la persona
(o el grupo en el caso de los equipos deportivos) ha admitido que está
atravesando una mala racha, el segundo paso para salir del hoyo pasa por ser
analítico y buscar los motivos que están detrás de ese mal momento.
¿Qué estoy haciendo
mal?, ¿Por qué estoy encallado? ¿Es que quizás ya no me implico tanto en el
trabajo? Si antes aprobaba los exámenes y ahora no, ¿no será que quizás debería
estudiar más? ¿Qué hice otras veces cuando pasé por una situación así? ¿O qué
han hecho otras personas en casos similares? ¿Cuáles son mis puntos fuertes? ¿Y
cómo les puedo sacar partido?... Estas son, según los expertos, algunas
preguntas que podemos hacernos para analizar aquello que nos ocurre.
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Cuando un equipo o
una persona pasa por una mala racha debe ser analítico y preguntarse los
motivos que hay detrás de ese mal momento Llibert Teixidó
Montse Cascalló, entrenadora, coach y Máster en Psicología del Deporte, explica que este ejercicio de autoreflexión debe realizarse en dos sentidos. "Por un lado, ha de llevar a cuestionarnos qué estamos haciendo mal y qué podemos hacer de forma diferente", explica. Por otro lado, prosigue la experta, "nos ha de permitir identificar los recursos y fortalezas que tenemos y que vamos a utilizar para afrontar la situación".
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Este "brainstorming
" se puede hacer, según Cascalló, de forma individual o en grupo, y resulta
clave para encontrar posibles soluciones al problema y superar la mala racha.
¿Cuándo pedir ayuda al psicólogo?
De entrada, los
expertos aconsejan que sea la propia persona afectada la que intente resolver
el problema por sí mismo, desde la autoreflexión. "Hay que favorecer la
autonomía de las personas", afirma Marí.
Cuando se agotan
los propios recursos, cuando la apatía, el pesimismo o la depresión empiezan a
apoderarse de uno y no se encuentra el modo de salir de esa situación que te
está minando, es el momento de pedir ayuda a terceras personas.
"Las personas que
son capaces de gestionar sus emociones suelen tener más éxito en su intento de
solucionar los problemas por ellos mismos"
Entrenadora, coach y Máster en Psicología del
Deporte
Cascalló explica
que ante el alto impacto emocional que generan las malas rachas, la
inteligencia emocional es un recurso importante para afrontarlas. Afirma que
las personas que son capaces de gestionar sus emociones, reconocerlas
poniéndoles nombre, y saben y pueden expresarlas, suelen tener más éxito en su
intento de solucionar el problema por ellos mismos.
"En cambio, en
aquellos casos en que la persona vive dominada por la tristeza, la rabia o la
frustración, resulta muy difícil salir del hoyo sólo y quizás sea el momento de
buscar ayuda externa" afirma.
3. La perseverancia
Y una vez admitido
el problema y analizado, una vez tomada una decisión sobre cómo se va a
afrontar, qué se va hacer concretamente, llega el momento de ser perseverante
en el plan para corregir aquello que se ha hecho mal.
Cascalló aconseja
identificar y enumerar las posibles soluciones que consideramos que nos pueden
ayudar a salir de la mala racha y empezarlas a poner en práctica por orden. "Si
la primera no nos funciona, emplearemos la segunda, siempre utilizando los
aprendizajes que hemos extraído de la primera",comenta.
Un ejemplo: si
tenemos una mala racha en los estudios, el primer plan puede ser recuperar la
disciplina de estudio que teníamos antes de que las notas se torcieran; pero si
esto no funciona, quizás sea bueno hablar con un profesor o buscar a alguien
que nos ayude a entender conceptos que no tenemos claros.
Cambiar el foco de atención y relativizar
La especialista en
psicología del deporte Montse Cascalló explica que para superar una mala racha
resulta "fundamental" saber cambiar el foco de atención. "Después de aceptar y
analizar el problema, hay que centrarse en la solución de éste y no en el
problema en sí y lo mal que nos hace sentir" recomienda. Asegura que en el caso
de los equipos, el liderazgo interno y externo juega un papel muy importante
para generar reflexión y cambiar el foco de atención. Además, otro ejercicio
primordial para empezar a ver el vaso medio lleno y no medio vacío es saber
relativizar la mala racha.
"Cuando pasa el
tiempo uno se da cuenta que aquella mala racha que uno vivía como una tragedia
fue en realidad una simple anécdota. Si analizamos el último mes, nos puede
parecer un drama, pero si tenemos en cuenta toda una carrera deportiva, una
temporada o una larga vida, aquella mala racha que duró apenas unos meses no
tiene importancia", afirma Marí, que ha tratado a varios jugadores de la élite
del futbol.
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El RCD Espanyol no
logró revertir la mala racha de este año, que le llevó a descender de categoría
Àlex Garcia
Aunque no fue su
paciente, a Marí le gusta explicar el caso de un destacado exjugador de futbol
español del Real Madrid, pichichi en varias temporadas y máximo goleador del
equipo blanco, para abordar el concepto de relativizar. Cuando hacía algunos
partidos que no marcaba ningún gol, se dejaba caer por el barrio donde nació y
donde aún permanecía parte de su familia y amigos para sacarle hierro a los
asuntos que le preocupaban.
Comparaba su 'mala
racha' con las rachas de otras personas allegadas a él, con problemas muchos
más graves y serios que el de marcar un gol. Eso era mano de santo, y esa
capacidad de relativizar su mala racha le ayudaba luego a crecer y a sentirse
más seguro el campo.
Cambiar de entrenador no siempre ayuda
En el mundo del
deporte, es habitual, cuando las cosas se tuercen, cambiar al entrenador. Pero
eso no siempre va a mejorar al equipo. "El nuevo entrenador necesita grandes
habilidades de gestión de equipos para ser capaz de cambiar la dinámica de un
colectivo que sufre una mala racha. No es solo un cambio de sistema de juego,
sino que necesitará cambiar la dinámica emocional", explica la entrenadora y
coach deportiva, Montse Cascalló, que recomienda la figura del psicólogo
deportivo cuando el entrenador no es capaz de cumplir esta función.
Tampoco considera
que sea la solución el cambiar el entrenador Pep Marí. "Las crisis sirven para
crecer, forman parte del camino y las reglas del juego. Si el entrenador no es
capaz de utilizar esa mala racha para crecer junto a su equipo, solo entonces
sí es necesario cambiar el entrenador", explica Marí.
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Un entrenador
requiere de grandes habilidades de gestión de equipos para ser capaz de cambiar
dinámicas Àlex Garcia. El experto explica que la forma cómo gestiona una mala
racha un buen equipo es distinta a cómo lo hace un equipo del montón. "En un
gran equipo, todos los jugadores tienen el mismo nivel de compromiso, se
blindan ante las críticas, están centrados en ellos mismos y parapetados del
exterior; en cambio un equipo normal está siempre pendiente de las críticas que
recibe y estas les afectan mucho porque su objetivo es contentar el entorno y
la afición", resume.
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17/02/2025
Salud