16/10/2024
En el territorio de las redes sociales, ya no imperan sólo los millennials o los centennials, o al menos eso parecen mostrar los cientos de casos de adultos mayores que a diario se multiplican en Tik Tok , Instagram o YouTube. ¿Es una moda pasajera o un verdadero movimiento de empoderamiento de la vejez? Las respuestas no son ni unidireccionales ni completas, solo explican algunos puntos en un contexto fluctuante.
En Argentina el 53% de las personas mayores de 75
años utilizan tecnología (celular, computadora e internet). Y si el corte es
realizado entre los 60 y los 74 años, ese porcentaje sube al 84%, según datos
de la Encuesta Permanente de Hogares en conglomerados urbanos (Indec 2019).
Entonces, ¿ por qué las noticias sobre grandfluencers (abuelos influencers) en
las redes sociales continúan sorprendiendo?¿Qué hace que personas como la
uruguaya Nancy Roqueta tenga 3.3 millones de seguidores en Tik tok; o que Ángel
Pizzi en su canal de YouTube con 1,36 millones de suscriptores pueda monetizar
sus videos sobre cómo solucionar problemas en el hogar desde su Córdoba natal;
o las historias diarias en Instagram de Elisa Forti, quien a sus 87 años sigue
corriendo maratones e inspirando a miles de deportistas. ¿Por qué esas personas
"analógicas" conmueven a los nativos digitales?
No es sólo simpatía, ternura o evocar momentos con
las abuelas/los de cada quien, sino un cambio de época que viene sucediendo
silenciosamente al menos desde hace 30 años atrás y que implica una
transformación de la pirámide poblacional en todo el mundo. Sin embargo, las
miradas sobre la vejez, los viejos y su lugar social siguen remitiendo a
mediados del siglo 20. La longevidad positiva
Mercedes Jones, socióloga y Doctora en Ciencias
Sociales por la Universidad Católica de La Plata, (impulsa la Red Paradigma XXI
y el movimiento Viva La Longevidad: por un nuevo modelo de envejecimiento
humano ) lo explica de esta forma: "¿Es una moda pasajera? Yo lo pienso así,
esto está sucediendo por razones evidentes. Primero, la pandemia tuvo efecto
positivo porque las personas mayores adelantamos por lo menos 7 años lo que es
el proceso de inclusión digital. Segundo, si algo sucede, es porque es
funcional a un grupo. Hay un primer nivel importante, lo lúdico, el juego,
poder mostrar tu identidad y disfrutar con eso, es transversal a todas las
redes.
En Argentina, los estudios sobre la satisfacción de
los adultos mayores -y a pesar de las jubilaciones mínimas-muestran que la
gente es más feliz con la edad. Tercero, cuando la gente joven ve a estos
adultos cancheros, divertidos, de algún modo quieren ser como ellos, que es el
núcleo de los influencers. Lo que me lleva al cuarto punto. Cuando alguien me
dice, a mis 76 años, no pareces que tuvieras esa edad, yo les respondo que sí
me siento de 76 años, pero vos y muchas personas tienen el modelo del siglo 20
del abuelo de su mamá o su papá. Entonces, de lo que sí se trata es de hablar
de longevidad positiva, porque vos podés tener 95 años y ser un viejo choto, o
tener 95 años y haber envejecido bien. La vejez de Matusalén existió pero ya no
existe, lo que ha perdurado es esa disociación entre vejez y vitalidad, por eso
hay que hablar de longevidad positiva.
Cambiar la mirada
Para Miriam De Paoli, fundadora y CEO de No Pausa,
organización latinoamericana que visibiliza y desarrolla soluciones para el
climaterio y la menopausia y creadora de Data8 Latam, el contexto para pensar a
los grandfluencers viene de la mano del envejecimiento poblacional en
crecimiento
"Lo que pasa es que tenemos un sesgo tan grande
sobre las personas grandes, que cuando los vemos en el mundo digital, nos
sorprendemos. Pero la realidad es que las personas mayores a 50 años han pasado
ya casi toda su vida laboral de forma digital, los más de 60 años también. Lo
que sucede es que nos tenemos que sacar los anteojos antiguos para considerar
estos temas, porque la revolución digital empezó hace más de 30 años. Y agrega:
tenemos esa idea de mirar el paso del tiempo de una manera romántica, "ay que
lindo la viejita que hace tik tok y para alguien será ridícula, pero está todo
bien. La edad ni nos santifica ni nos salva de hacer el ridículo, ni nos pone
en el lugar de que todos nos tienen que querer o donde le tenemos que gustar a
todos. Eso sí, aquellos de 70 años son los que hacen la diferencia, son
analógicos y adoptaron tardíamente la tecnología por una necesidad, porque no
nos olvidemos que la necesidad es la madre de todos los cambios"
La referencia de la especialista no está hecha al
azar. Se debe a que en el mundo de los influencies en general, pero en especial
hacia los adultos mayores, también padecen feroces críticas como producto de
los prejuicios contra la vejez y su "lugar" en la sociedad. Vieja/o
ridícula/o es un comentario común en esos lares y el más liviano. Basta
recordar las reacciones sobre una foto de Moria Casan en bikini en la playa o
las quejas de los seguidores de Sex and The City porque su protagonistas se
mostraban añosas y la serie trataba temas como el duelo, la pérdida de la
amistad. Sin embargo, a diferencia de los jóvenes, los ancianos metabolizan
mejor esos embates.
Por otra parte, De Paoli pone el acento en que la
relación entre la presencia en las redes sociales de las personas mayores está
concentrada fundamentalmente en las zonas urbanas, ya que, la forma de
envejecer es diferente para cada persona, pero también para cada lugar. No es
lo mismo ser viejo en la ciudad, que en el campo, no es lo mismo ser anciano en
Asia, Europa o América Latina. "En las zonas rurales, las personas mayores
utilizan la tecnología, el celular sobre todo pero para cosas como hacer
trámites, comunicarse, etc. Los grandfluencers son más un fenómeno urbano.
Pero, tienen de todos modos cosas en común, la tecnología es parte de la vida
cotidiana".
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