Pilar Sordo, entre el amor propio y los vínculos en tiempos de redes sociales: "Estamos anestesiados emocionalmente"

Pilar Sordo (58) viene de presentar su último libro, Del amor propio al amor al otro (Ed. Planeta), en distintas ciudades de la Argentina, donde brindó charlas y se reencontró con sus fieles y numerosas seguidoras.

En su visita al país, la psicóloga y escritora chilena habló con Clarín y explicó sus conclusiones de una "una investigación que tiene más de 17 años". Si bien hace casi dos décadas que Pilar se dedica a estudiar el tema del "amor propio", recientemente lo hizo con una nueva perspectiva. "Ocurrieron episodios en mi vida que me hicieron darme cuenta que no tenía idea lo que era el amor propio a pesar de estar hablando hace mucho tiempo sobre eso. Entonces empiezo de verdad a investigarlo como tal", reconoce.

Y agrega que es ahí donde aparece este modelo de amor propio que tiene cuatro dimensiones de las que habla, que son el autoconocimiento, la autoaceptación, el autocuidado y la auto protección.

"Intento romper estas creencias acerca del concepto 'amor propio' que tienen que ver con el egoísmo, con la soberbia... con un montón de cosas que nada está más lejos de la realidad. La verdad que el amor propio es muy humilde, el amor propio es tremendamente generoso", describe.

Aunque claro, las investigaciones de la psicóloga chilena siempre continúan. "Después de terminar este libro yo sigo en este proceso de investigar donde ahora aparece además otro elemento importante que es el diálogo interno. El cómo me hablo determina cuánto me quiero", cuenta Pilar.

Amor propio, eje de su último libro

-¿Cómo definís el amor propio?

-Es el entrenamiento que uno tiene que hacer con uno para ponerte en primer lugar frente a tus decisiones para poder estar en paz. En el fondo es no traicionarte en tu paz interior, es amarte profundamente en tus luces y en tus sombras, es protegerte, es conocerte, es aprender a decir que no, es aprender a poner límites, es a saber que de verdad es lo que quiere tu alma para ti y para funcionar. Es ponerte tú en eje. Es como volver a ti, porque hay tantas cosas que nos sacan hoy.

-¿Qué cosas?

-Hoy día nos está sacando todo, el que te dejen en visto, estar en un mundo frío donde la expresión afectiva es calificada como intensa, donde el compromiso emocional es castigado, donde parece que soy ansiosa si te pido concretar la hora en la que nos vamos a ver, porque tú me vas a decir 'vamos viendo, deja que fluya...'. Si no estoy parada en mí y no me sostengo yo, de verdad cualquier cosa me puede tirar al suelo. Entonces como igual nos vamos a caer al suelo inevitablemente, dado el sistema en el que estamos, sobre todo los que intentamos ser comprometidos emocionalmente, cómo yo retorno a mí, ese camino de retorno, es el que se llama amor propio.

-A veces el amor propio cuesta un poco porque uno lo relaciona con el egoísmo o con la falta de humildad. Y creo también que a veces nos puede dar culpa sentir que tenemos amor hacia nosotros mismos...

-Si. Culpa, vergüenza, todo junto. Por ejemplo, en la dimensión de la autoaceptación, una de las cosas que yo hablo es que nos cuesta un mundo el elogio, particularmente mucho más a las mujeres que a los hombres. Nos cuesta elogiarlos y nos cuesta aceptar que nos elogien. Y si yo acepto que me elogien o yo me elogio, paso a ser vanidosa, creída, engreída... entonces me guardo el auto elogio. Y funciona en lo que yo llamo una falsa humildad que es que no reconozco mis virtudes para poder quedar bien con el resto.

-Siempre eso de tirarnos abajo

-Sobre todo las mujeres, porque fuimos entrenadas patriarcalmente para tener una falsa humildad, para no sentirnos seguras. De hecho, el tema del amor propio es un tema mucho más femenino que masculino. Los hombres tienen algunos desafíos desde el amor propio que tiene que ver con la capacidad de expresar emociones, con reconocer sus sombras que les cuesta un montón. Nosotras somos expertas en reconocer sombras, pero nos cuestan las luces. Entonces como que los desafíos de aprendizaje son complementarios pero muy distintos también.

-Te escuché decir que, desde tu círculo íntimo, no te ofrecían ayuda... ¿El amor propio se puede confundir con autosuficiencia?

-Yo creo que ese es uno de los riesgos de trabajar amor propio, que uno se auto resuelve. Y de verdad uno se auto resuelve y eso no es mentira. Pero eso no quiere decir que yo no tenga que hacer el ejercicio de pedir ayuda o de aprender a recibirla cuando me la quieren dar, de recibir cariño, de recibir presencia. Pero cuando está bien trabajado, uno deja de confundir esas cosas.

Los vínculos en estos tiempos

-En el libro hablás del amor propio al amor al otro. ¿Cómo se lleva el amor propio a un vínculo?

-Lo que pasa es que cuando tú estás trabajando amor propio, que insisto que es un trabajo continuo, la forma de llegar al otro es mucho más libre, más limpia. Es sin necesidad. O sea, yo no elijo pareja divertida porque yo no me sé divertir. Primero aprendí a divertirme. Entonces quiero alguien con quien divertirme, pero no que me divierta. Llego al otro más liviana, llego sin exigencias, llego solo diciendo lo que siento. Si el otro se hace cargo o no se hace cargo de lo que digo, es problema del otro. Ahora tampoco es cierto eso que es muy de Instagram de que si yo no me amo no puedo amar, o que si yo no me amo no me van a amar. O sea, si fuera así, estaríamos todo encerrados en la casa esperando graduarnos de amor propio para salir a vincularnos con la gente.

-¿El amor propio se trabaja con el otro?

-Digamos que uno construye el amor propio con el otro, el otro te muestra tus carencias como espejo, te muestra tu ansiedad. Si no te contestó el otro te va enseñando y mostrando lo que eres. Entonces, lo que sí es claro es que mientras más amor propio tengo, más saludables son mis vínculos y mucho más escasos también.

-Es que eso de trabajarse a uno mismo a través de un vínculo requiere como el valor de mostrarse vulnerable y es eso lo que cuesta...

-Claro, pero también eso tiene que ver con que quieres que te quieran... con qué quieres... ¿Quieres el like? ¿Quieres la aprobación? A mí me queda 1/3 de vida. Con suerte ya tengo mucho más andado de lo que me falta por caminar y cada vez que voy solidificando quién soy, me importa menos la opinión. O sea, yo siempre digo que yo no le voy a aceptar una crítica a alguien a quien yo no le pediría un consejo. Y creo que esa dinámica a mí me permite saber elegir qué escuchar.

-Vos hablás de tu vida... Has pasado muchas cosas. ¿Hoy estás en pareja?

-No. Pero no estoy sola, estoy conmigo, que no es lo mismo.

-Has comentado que sentías que a los hombres les costaba un poco acercarse a vos

-Les cuesta un mundo acercarse. Primero es canchero porque están saliendo conmigo, entonces lo cuentan, pero después empiezan con la inseguridad. Yo soy súper solitaria, pero soy tremendamente dócil. Soy muy dulce, soy muy generosa, he aprendido a seleccionar con quién porque me han cagado muchas veces. Pero hay una barrera que ese hombre tiene que cruzar, que es que tiene que saltarse a Pilar Sordo para llegar a la Pilar. Y ese salto no todos están dispuestos a hacérselo. Les falta coraje. Además, yo estoy en una edad que en un target de edad que es muy jodido, porque si subo un par de años, en pocos años más... Yo ya cuidé a alguien que se me fue, que fue un amor muy importante en mi vida. Y si bajo, el de 55 está buscando minas de 30 porque ya dejó a la de 55. No va a querer otra entonces. Entonces estoy en un target jodido.

-¿Y qué te pasa con eso?

-En la estructura social en la que estamos existe la sensación de que si yo no tengo pareja es porque tengo un problema. No importa que uno tenga una relación de pareja de mierda, pero la tiene. El tema de estar solo es como jodido, es como que genera una cosa así como '¿y por qué no lo tiene y qué le pasará? ¿Qué tranca tendrá que no tiene?'. Y hay veces que uno no tiene ninguna, sino que simplemente también ha optado por, desde el amor propio, que si no hay alguien que me sume y me multiplique la vida de verdad, yo estoy bien conmigo, no me hace falta tener una pareja. Me encantaría tenerla, por supuesto, porque me parece mucho más entretenida la vida de a dos. Creo que uno necesita un testigo de la vida de uno. Pero si no la tengo tampoco pasa nada.

-Es que esto de la falta de amor propio que hay en general en la sociedad lleva a pensar desde ese lugar

-Si. Uno va a un restorán y te ponen una silla vacía al frente diciéndote que te está faltando alguien... Pero si, el mundo está construido para ser vivido de a dos. Y eso yo lo tengo claro. Y es muy lindo cuando se vive de a dos desde la complementariedad y no desde la necesidad. Yo en este momento no necesito pareja, estoy reformulando mi vida, estoy muy entretenida, reformulando mi vida desde distintos lugares. A lo mejor preparándome para la llegada de alguien que pueda sumar, no tengo idea. Pero creo que que existe esta sensación de déficit que uno está evaluada como en déficit, si es que uno no tiene pareja. Yo no me siento en déficit.

El uso de las redes sociales

-¿Crees que la crisis que hay hoy en día con los vínculos tiene que ver con la imposibilidad de uno para mostrarse como es?

-El otro día he escuchado una frase que me encantó, que se acusaba a la gente intensa porque la gente intensa mostraba que estábamos viviendo en un mundo muerto de frío. Y me parece que es tan así. Las redes a mí me ayudan un montón. Mis hijos viven en Europa. A mí me ayudan un montón las videollamadas y los audios. Pero tengo súper claro que no es lo mismo que estar con ellos en Europa. O sea, nada va a reemplazar eso. Siento que conversar hace tanta falta. Creo que estamos como anestesiados emocionalmente. Esto de no llamar a nadie para los cumpleaños, de que mandamos un audio, mandamos emoticones sintiendo que estamos mandando regalos... Yo muchas veces me he pillado dejando que el teléfono suene cuando alguien me llama y cuando corta, yo por WhatsApp pregunto si pasó algo. O sea, en serio, ¿por qué no contesté? ¿Qué problema tengo en la cabeza que no contesté esa llamada?

-Hoy decías que el amor propio es mas un tema femenino... En la actualidad las chicas tienen muchos estímulos, más que antes, que no había redes sociales. ¿Qué podemos hacer o qué podemos cambiar para que las próximas generaciones crezcan con más amor propio?

-A nosotros nos tocó más fácil. Lo primero que yo siento que hay que eliminar en las generaciones más jóvenes, es la soberbia, la envidia, la rabia... Ellas están confundidas con respecto al tema del amor propio, tienen un discurso público de suponer que quererse es ir como al choque y el amor no tiene nada que ver con eso. Yo no puedo, no tendría valor para opinar sobre otra persona sabiendo todo lo que a mí me cuesta trabajar en mí. Y las

generaciones jóvenes están en un nivel de descalificación y de agresividad, de mucha envidia, frente a quien resalta un poquito o muestra alguna característica positiva y lo están pasando mal. Los adolescentes y las adolescentes lo están pasando mal, como en esta lucha de ser muy careta, muy aparentando una fortaleza que no tienen. Que es falsa.

-¿Qué opinas de esto del uso de las redes sociales que le dan los jóvenes? También esto de mostrar tanto el cuerpo y mostrar cada detalle de sus vidas

-Mira, yo siento que en ese tema hay una sola palabra que a mí me me hace sentido cuando me hacen la pregunta que es la palabra conciencia. ¿Cuán consciente soy yo de elegir mostrarme de una determinada manera? ¿O lo hago para obtener más likes o para que el otro me vea? ¿O para que mi ex sepa que yo ya estoy contenta después de haber terminado? ¿Cuán consciente soy de las decisiones? Yo creo que ahí está el secreto. Creo que hoy día no son conscientes. Creo que hoy día automáticamente se coloca un filtro ¿para qué? ¿para que no vean que tienen ojeras? y si tienen ojeras, ¿cuál es el problema? ¿Hoy día estás triste? ¿Cuál es el problema de decir que estás triste?

-Es un poco como que ese filtro de Instagram en algún punto se quisiera poner en todo, ¿no?

-¿Y para qué? ¿Hay alguien que tenga vidas perfectas? ¿Cuál es la necesidad de mostrar algo que no soy? Hemos ido construyendo realidades que son falsas.