El bioingeniero Alejandro Bisi aseguró hoy que busca "promover la movilidad de personas con discapacidades motoras de manera autónoma e independiente" tras ser seleccionado junto a otros cinco argentinos por la publicación MIT Technology Review en español con motivo del desarrollo del bipedestador motorizado.
Bisi (33) recibió hoy el reconocimiento del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) en la categoría Pioneros -que distingue a quienes detectan un problema y buscan cómo resolverlo- por sus desarrollos tecnológicos que permitieron dar mayor independencia a personas con discapacidad motora a través de bipedestadores motorizados, dispositivos que permiten conseguir la posición vertical.
El bioingeniero, hijo de la escuela pública técnica y recibido en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) es CEO de la empresa argentina Givemove, que surgió como parte de su proyecto final de carrera con el propósito de ayudar a Facundo, el hijo de una de las profesoras de Bisi, quien padece atrofia muscular.
"El primer prototipo era muy parecido pero estático, y tenía el problema que a Facu no le gustaba estar quieto todos los días sin entender por qué tenía que usarlo. En aquel momento, se habían popularizado los autos a control accionados con pedal, y fabriqué un autito para él manejado con joystick con la mano", contó el bioingeniero a Télam.
"Fue una herramienta increíble para que él pueda empezar a desplazarse solo. Fue así que combiné las dos cosas y nació el bipedestador motorizado para Facu, quien empezó a moverse por toda la casa erguido a la par de su hermanita", señaló.
El dispositivo, que tiene sujeción en rodilla, tobillo, cadera y pecho "permite una correcta alineación erguida de la persona cuando sus propios medios se lo impiden", explicó el bioingeniero, que destacó la importancia de que personas con esta condición o patologías similares puedan estar paradas.
"Tiene muchos beneficios a nivel sistémico, como mejorar la irrigación de la sangre, impide la atrofia de los músculos y la descalcificación de la estructura ósea, mejora la respiración, la deglución, y también a nivel psicológico ayuda mucho a verse en igualdad de condiciones al verse a la misma altura", detalló.
Sobre su invención, remarcó que "es algo nuevo y que no existe en otros lugares, enfocado en un nicho de marcado donde nadie hace foco".
En este sentido, también sostuvo que "es importante estimular a los niños que no pueden pararse por sus propios medios, porque si no se logra ese hábito es muy difícil de adolescente o adulto lograrlo, ya que en ese estadio, las retracciones musculares y la escoliosis son problemas muy complejos y difíciles de recuperar".
El bipedestador, que según la patología de cada usuario puede controlarse con un joystick por la misma persona que lo utiliza o a través de un asistente, se carga "como una computadora" y es de fabricación argentina, a excepción del motor, que se importa de China.
La empresa se encuentra ubicada en la ciudad entrerriana de Oro Verde y actualmente comercializa sus productos en Argentina y está en proceso de homologarlos en México y Estados Unidos.
En relación al reconocimiento internacional recibido, el CEO aseguró que para él "es renovar energías", y sostuvo que "siempre tenemos que encontrar algo por lo cual lo económico pase a segundo plano, algo que te apasione y te saque de momentos difíciles".
"El equipo que fabricamos es cubierto en un 100% por obras sociales, y representa un 50% de lo que vale una silla de ruedas motorizada importada. No solo enfocamos en niños, sino también en adultos con diversas patologías. Hemos marcado un camino y lo que buscamos es promover la movilidad de personas con discapacidades motoras de manera autónoma e independiente", concluyó.