22/04/2025
La aviación comercial podría experimentar una transformación profunda en la próxima década. Varias aerolíneas impulsan la adopción de las denominadas Operaciones de Piloto Único (SPO), un esquema en el cual los copilotos humanos serían sustituidos por sistemas de inteligencia artificial (IA).
Elon Musk revela qué piensa sobre el impacto de la
inteligencia artificial en el trabajo y el conocimiento: ¿no más humanos?
Elon
Musk revela qué piensa sobre el impacto de la inteligencia artificial en el
trabajo y el conocimiento: ¿no más humanos?
Según revela New Scientist, el objetivo declarado:
combatir la creciente escasez de pilotos y reducir los elevados costos
operativos. La propuesta contempla que, a partir de la década de 2030, los
vuelos comerciales operen con un único piloto humano asistido por una IA capaz
de asumir tareas críticas.
Actualmente, los vuelos de grandes aeronaves exigen
la presencia de un capitán y un copiloto en la cabina de mando. Modificar esta
estructura no solo implica un cambio tecnológico, sino también la revisión de
protocolos de seguridad establecidos desde hace décadas.
La iniciativa ha sido duramente criticada por
sindicatos de pilotos en todo el mundo, quienes consideran que el reemplazo de
copilotos humanos responde exclusivamente a una estrategia de reducción de
costos, en detrimento de la seguridad de los pasajeros.
Qué
piensa la inteligencia artificial sobre Elon Musk: la respuesta nos sorprendió
Qué piensa la inteligencia artificial sobre Elon
Musk: la respuesta nos sorprendió
Durante una conferencia organizada por la Royal
Aeronautical Society (RAeS) en el Reino Unido, especialistas señalaron que la
cooperación entre dos pilotos humanos es fundamental para garantizar la
seguridad del vuelo.
No solo se trata de compartir tareas y monitorearse
mutuamente, sino también de ofrecer apoyo emocional en momentos de alta
tensión, como durante fallos técnicos o condiciones meteorológicas adversas.
Tanja Harter, presidenta de la European Cockpit Association, advirtió que el plan no aborda amenazas fundamentales como la fatiga de los pilotos.
En un esquema de Operaciones de Tripulación Mínima
Extendida (eMCO), donde uno de los pilotos descansaría mientras el otro opera,
el piloto activo podría sufrir un aumento de fatiga y estrés debido al
aislamiento y la sobrecarga de responsabilidades.
Riesgos
ante eventos imprevistos
Uno de los principales temores expresados por los
expertos es la capacidad limitada de la inteligencia artificial para enfrentar
situaciones imprevistas.
Los sistemas automatizados dependen de un flujo constante de datos para funcionar de manera adecuada. La pérdida repentina de información, como ocurrió durante el incendio de una subestación eléctrica en el aeropuerto de Heathrow en marzo de 2024, podría dejar a una IA sin la capacidad de tomar decisiones seguras.
El caso del vuelo Qantas QF32, en noviembre de 2010,
se ha convertido en un ejemplo emblemático de los riesgos de confiar ciegamente
en los sistemas automatizados.
Cuando un motor explotó poco después del despegue en
Singapur, la computadora de vuelo, confundida por la falta de datos precisos,
recomendó acciones que habrían empeorado la emergencia. Los pilotos humanos,
confiando en su experiencia, desobedecieron las instrucciones automáticas y
lograron aterrizar de manera segura.
Estos incidentes demuestran que el juicio humano
sigue siendo insustituible en situaciones críticas, algo que una inteligencia
artificial, por sofisticada que sea, aún no puede replicar.
El
papel de los organismos reguladores
La preocupación por los riesgos potenciales ha
llevado a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) a aplazar cualquier
decisión sobre la regulación de las SPO.
Tras una solicitud de investigación presentada en
2022 por los fabricantes Airbus y Dassault Aviation, la agencia ha decidido
reevaluar el concepto en profundidad, posponiendo cualquier aprobación hasta,
al menos, después de 2027.
Pedro Caetano, representante de EASA, confirmó en la
conferencia de la RAeS que el organismo se ha enfocado en nuevos conceptos de
operación que busquen mejorar, en primer lugar, los niveles de seguridad en
cabina, antes de permitir modificaciones tan significativas en la composición
de las tripulaciones.
Los
pasajeros tendrán la última palabra
Más allá de las decisiones regulatorias y los
avances tecnológicos, el futuro de las Operaciones de Piloto Único dependerá,
en última instancia, de los propios pasajeros.
Según Floris de Haan, economista especializado en transporte aéreo, el nivel de aceptación del público será determinante para que las aerolíneas continúen o desistan del proyecto. De Haan aconsejó a los consumidores manifestar sus opiniones escribiendo directamente a las compañías aéreas con las que suelen volar, dado que las aerolíneas realizan encuestas periódicas sobre la aceptación de nuevas tecnologías. La industria aeronáutica se enfrenta así a un dilema complejo: cómo conciliar la eficiencia económica y la innovación tecnológica con la necesidad irrenunciable de garantizar la máxima seguridad para todos los viajeros.
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